Desde hace años teníamos ganas de conocer Amsterdam y sin embargo nos defraudó. Una ciudad donde el caos reina a la hora de caminar por el centro, donde las bicicletas tienen prioridad sobre los peatones que tienen que tener cuidado con no tropezar con una de las mismas para no tener que verse encima denunciados. Una ciudad donde las señales de prohibido circular en un sentido no existen para los ciclistas que hacen realmente lo que les da la gana. Una ciudad para conocer lo principal y salir corriendo.