Plaza de los Fueros construida en el siglo XVII para celebrar corrridas de toros que por aquel entonces se venían festejando en la Plaza de la Catedral o Plaza Vieja y que habían sido prohibidas por el Cabildo por tratarse de un lugar sagrado.
Esta plaza nueva se levantó sobre el cauce del Río Queiles, siendo necesario cubrir el cauce con arcadas de piedras y sobre las mismas extender el suelo. Duante todo este tiempo ha tenido diversos nombres como Plaza de Toros, Plaza Nueva, Plaza Real, de Fernando VII y de la Constitución, no siendo hasta el año 1893 que tomó su nombre actual.
En la actualidad es el epicentro de la vida en Tudela y sobre todo con buen tiempo cuando las terrazas de los bares existentes se ponen a rebosar.
Una de las construcciones que existen y que llaman bastante la atención es la conocida Casa del Reloj situada en un lateral de la Plaza, datada en 1687 y que en su día sirvió aparte de como colegio, pensión y taberna, igualmente como sede del Ayuntamiento por lo que los regidores usaban su balcón para ver las corridas de toros que se celebraban allí. La torre del reloj se añadió en 1875 y en la reforma que se hizo en el año 2002, se dejo fijo en la segunda planta el caballete utilizado para la Bajada del Ángel que fue declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional en el año 2002.
Situada en el número 5 de esta misma PLaza, nos encontramos con la Oficina de Turismo, ocupando un espacio auténticamente funcional donde aparte de información turística, ofrece otros servicios varios al ciudadano segun pudimos comprobar.
Espacio generoso, buena disposición de los elementos, abundante cantidad de folletos explicativos sobre rutas, monumentos, hoteles, restaurantes etc. y sobre todo esto destacar la tremenda amabilidad y educación con que te dispensan los empleados. En 1921 se instaló un bonito Quiosco de Música que en época primaveral y estival tocan en el mismo diversas bandas musicales.
Dejamos atrás la Plaza de los Fueros para dirigirnos primero por la Calle Concarera hasta la Plaza de San Jaime y de aqui por la Calle Roso hasta la Catedral. Levantada sobre el solar que ocupaba la Mezquita Mayor y utilizando algunos de sus materiales, su construcción data de entre el año 1180 que se empezó a construir el Claustro y el año 1210 que se levanto la Puerta del Juicio. En el presente siglo ha sufrido algunas restauraciones hasta dejarla como se ve en la actualidad.
Sus estilos van desde el tardo románico cisterciense, hasta el churrigueresco pasando por el gótico y renacentista. De su interior destaca la Imagen policromada de estilo románico siglo XII de la Virgen Blanca, preciosa imagen que estuvo oculta durante muchos años hasta que se descubrió y que en nuestra visita se encontraba en restauración.
Pero sin duda lo que más llama la atención son los Capiteles tallados de las columnas del claustro, que segun la guía que te dan a la entrada, vienen catalogados 42, aunque cinco de los mismos en un mal estado. Solamente con seguir la guía y admirar de uno en uno todos, se te pueden ir casi una hora. Particularmente me gustaron más estos capiteles que la famosa Puerta del Juicio, sin menospreciar el arte de esta última.
Esta visita parcial a Tudela la hicimos por la mañana del último día de nuestra estancia por tierras navarras, por lo que nos dejamos atrás muchas cosas por ver de esta bonita ciudad. Vuelta al hotel y partir para Madrid.
Fuentes: Fundación Caja Navarra - Gobierno de Navarra y Obra Social "La Caixa"